La Marcada es un lugar donde el tiempo parece detenerse, un espacio que alberga tanto la historia de nuestra tierra como la promesa de un futuro más verde y lleno de vida. Este rincón de la cordillera Central, que se extiende entre los municipios de Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal, fue declarado área protegida el 4 de julio de 2013, con la firme convicción de conservar su biodiversidad y su patrimonio cultural. Con 1874 hectáreas llenas de montañas, bosques y ecosistemas únicos, La Marcada es un lugar que conecta a la naturaleza y a las personas, recordándonos que cuidar lo que tenemos hoy es sembrar esperanza para mañana.
El corazón de La Marcada late en su biodiversidad, en sus bosques andinos y subandinos que juegan un papel esencial en la regulación del agua para las comunidades cercanas. Aquí, la conservación no solo se trata de proteger la flora y fauna, sino de trabajar juntos para restaurar ecosistemas que han sido dañados y fomentar prácticas agrícolas sostenibles que restauren el equilibrio con la naturaleza. La Marcada también busca recuperar las especies que son vitales para el ecosistema, garantizando que las generaciones futuras puedan disfrutar de este lugar tal como lo hacemos ahora.
Este parque no es solo un tesoro natural, sino también cultural. Los mitos, leyendas y vestigios arqueológicos que se encuentran en su interior nos conectan con el pasado y nos invitan a conservar y compartir esas historias. En La Marcada, la naturaleza y la historia se entrelazan, creando un espacio perfecto para la educación ambiental y el ecoturismo, mientras preservamos un legado invaluable para la comunidad.